Real Mandril, unos monos con navaja.
Todo empezó el año pasado cuando Horacio y Facundo estaban jugando al (muy actual) juego del FIFA ’99. Fue ahí cuando a uno de los dos se le ocurre formar un equipo entre los amigos que se juntaban en el torneo que arma anualmente la facultad. El problema era que el torneo ya había empezado y, por lo tanto, tendrían que empezar al siguiente año.
Al comenzar los cursados del actual año, sólo esperaban un cartel que de la noticia de cuando se realizaría la primera reunión. Luego de asistir a la primera restaba anotar a todos los integrantes: Leo Barreiro, Guillermo Pezoa, Roberto “beto” Martínez, Matías Caneo, Alejo Roldán, Facundo Méndez, Martín Medrano y los hermanos Jorge (grillo) y Horacio Castro.
Yendo para la casa de Leo, Facundo y Horacio se encontraron con Juan Cruz “pepo” Parra y conociéndolo simplemente de vista lo invitaron a formar parte de la saga y aceptó. La siguiente incorporación fue Adrián Almonacid, a quien Horacio y Guillermo invitaron sólo por verle “pinta de futbolero”.
Luego de los primeros partidos quedó demostrado que el Real Mandril no es un equipo fácil de ganar, pero siempre tuvieron que improvisar un arquero hasta que en la 6ta fecha decidió integrar el equipo Matías “colorete” Césari, tras desentenderse con su anterior equipo “Los Buitres”.
“Ningún equipo es invencible y vamos a quedar entre los cuatro mejores”, dice Horacio el mediocampista de estos simios.
Al comenzar los cursados del actual año, sólo esperaban un cartel que de la noticia de cuando se realizaría la primera reunión. Luego de asistir a la primera restaba anotar a todos los integrantes: Leo Barreiro, Guillermo Pezoa, Roberto “beto” Martínez, Matías Caneo, Alejo Roldán, Facundo Méndez, Martín Medrano y los hermanos Jorge (grillo) y Horacio Castro.
Yendo para la casa de Leo, Facundo y Horacio se encontraron con Juan Cruz “pepo” Parra y conociéndolo simplemente de vista lo invitaron a formar parte de la saga y aceptó. La siguiente incorporación fue Adrián Almonacid, a quien Horacio y Guillermo invitaron sólo por verle “pinta de futbolero”.
Luego de los primeros partidos quedó demostrado que el Real Mandril no es un equipo fácil de ganar, pero siempre tuvieron que improvisar un arquero hasta que en la 6ta fecha decidió integrar el equipo Matías “colorete” Césari, tras desentenderse con su anterior equipo “Los Buitres”.
“Ningún equipo es invencible y vamos a quedar entre los cuatro mejores”, dice Horacio el mediocampista de estos simios.
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